Foto: Flickr por Juhansonin

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Las enfermedades infecciosas viajan. Nosotros, también. Las vacaciones han llegado. Bañadores, protecciones solares; a primera vista parece que no falta de nada. Para completar la maleta, no obstante, queremos ofrecerte algunos consejos de salud para ir de vacaciones. Si tienes previsto emprender un viaje a lugares remotos es recomendable que conozcas los posibles riesgos sanitarios de los lugares de destino. Sobre todo si piensas visitar países en África o Asia.

Muchos turistas contraen alguna enfermedad relacionada con el lugar visitado. Para evitarlo es importante acudir al médico entre las 4 y 6 semanas previas al viaje. El médico determinará si debes vacunarte, tomar alguna medicación o establecerá otras medidas concretas.

Antes de viajar hay que tener presente que dependiendo del lugar y la época del año, es aconsejable vacunarse previamente contra la fiebre amarilla, la hepatitis, la difteria, el cólera o la fiebre tifoidea, etc. Para visitar otros territorios se recomienda incluso tomar medicamentos para prevenir la malaria o el paludismo. Además, si eres de los que piensa prolongar el viaje, tampoco estaría mal mantener una revisión dental antes de afrontar la aventura.

El botiquín es otro de los buenos compañeros del turista. Llévalo siempre contigo. Para destinos en los que la disponibilidad de los medicamentos no se garantice y exista riesgo para la salud, se recomienda llevar un botiquín con los medicamentos imprescindibles. Si tienes un hueco, no olvides incluir artículos para la higiene dental, ocular, de la piel y personal.

Para viajar con algunos medicamentos se necesita un certificado médico que garantice que el viajero los requiere. Otros medicamentos necesitan un certificado de la administración sanitaria para poder llevarlos de viaje. También es importante que te familiarices con el sistema de asistencia sanitaria del país de destino y conozcas la cobertura del seguro.

Por último, te dejo un listado con algunas recomendaciones que te pueden ayudar en el lugar de destino. Me marcho que sale mi vuelo, ¡buen viaje!:

  • Evita beber agua de fuentes, grifos o cubitos de hielo.
  • Bebe sólo agua que ofrezca garantías, preferiblemente embotellada.
  • Hervir el agua por lo menos durante 10 minutos.
  • Clorar el agua con 2 gotas de lejía/litro (lejía sin detergente ni perfumes).
  • Es necesario esperar 30 minutos antes de consumirla.
  • No comer verduras crudas. Las carnes y pescados deben estar cocinados.
  • No comer marisco crudo. Cuidado con la repostería, helados, la leche y sus derivados.
  • No compres alimentos por la calle.
  • Los alimentos cocinados con antelación deben conservarse a una temperatura inferior a 10ºC o por encima de los 60ºC.
  • Procura comer alimentos cocidos y frutas y verduras que estén en buen estado y usted mismo haya pelado; ésta es la principal causa de la diarrea del viajero.
  • Lávate frecuentemente las manos con agua y jabón.
  • Protéjete de los mosquitos con repelentes, usa ropa que te cubra el cuerpo y mosquiteras mientras duermes.
  • Evita la exposición prolongada al sol.
  • Usa sombreros y gafas de sol.
  • Usa cremas de protección solar.
  • No te acerques a animales en la calle, por ejemplo monos, perros y gatos, para evitar mordeduras.
  • No camines descalzo. Examina tu ropa y calzado antes de ponértelo, sobre todo por la mañana.
  • Hay que evitar bañarse en agua dulce. Sólo debe bañarse en piscinas de agua clorada.
  • Usa ropa cómoda, no ajustada, principalmente de algodón.
  • Usa un calzado cómodo y ventilado. Mantenga sus pies siempre secos, para evitar infecciones por hongos.
  • Se aconseja sacudir las sábanas y las mantas antes de acostarse.

Si después del viaje no te encuentras bien y acudes al médico, no olvides informarle de que has realizado un viaje en los últimos 12 meses.